ME!ME!ME!: El hentai como forma de arte

Este corto a muchos no nos pillará por sorpresa, hace poco más de un año ME!ME!ME! rompió Internet y nos tuvo a miles de frikis desarrollando teorías y compartiéndolo masivamente. Sin embargo, apuesto a que muchos no lo conocéis todavía. Algunos de vosotros lo considerarán grotesco y vulgar, a otros les volverá locos; lo que sí está claro es que esta animación no deja indiferente a nadie. ME!ME!ME! nació como videoclip para una canción de TeddyLoid, un DJ de J-Pop, muy conocido. Sembró el pánico por lo sexualmente explícito que es y las escenas tan violentas y pervertidas que muestra. Pero, detrás de todos esos contoneos y voluptuosidades, cuenta una historia muy dura y crítica con la industria del anime y el manga y sus seguidores… aparentemente.

Antes que nada, mírate el corto o te llevarás un spoiler. Aquí tienes su enlace a Vimeo.

Este videoclip fue creado para el certamen de cortos animados Japan Animator Exhibition, que forma parte de los estudios Khara y, a su vez, de una empresa llamada Dwango. Este grupo crea cortos animados de altísima calidad, y los distribuyen en forma de videoclip, como es el caso, pero también como cortometraje, como apoyo para exposiciones de videoarte…etc. Esta compañía cuenta con ilustradores de una calidad inmejorable, que dedican parte de su tiempo a estos cortos pero que, al mismo tiempo se emplean en sus propios proyectos, algunos de ellos, animes de muchísimo renombre. De hecho, en este proyecto han participado genios de la animación japonesa de la talla de Hideaki Anno (el director de esta macabra joya de la animación), que ha participado en las películas de “Evangelion”, o Hayao Miyazaki, un grande del Estudio Ghibli, que ilustró películas como “El viaje de Chihiro” o “El castillo ambulante”. ME!ME!ME! es una producción muy cuidada, con muchos más frames por segundo que lo que tiene un anime normal y que muestra unos personajes muy cuidados. Además, es un corto tan magistral que echará por tierra tu rangking de animes eróticos, el de animes musicales y el de gores, porque toca todos estos palos, y lo hace de una forma, por lo menos, impactante.

Pero, ahora bien, ¿Qué tratan de contarnos con tanto neón y tantas curvas? ME!ME!ME! cuenta la historia de un chico otaku que no sale de su cuarto, rodeado de posters y figuritas de anime. El chico está triste, tumbado en la cama, y no puede dejar de ver la foto de Meme, la que parece ser su novia, o parecía, porque todo indica a que la relación ha terminado y él no ha sabido superarlo. El dolor que le provoca la ruptura con Meme le hace sumergirse aún más en su mundo otaku y aquí es donde empieza lo bueno. Nos sumergimos en la imaginación del protagonista, donde cíclicamente aparecen imágenes que, poco a poco, se vuelven más oscuras y perversas; simbolizando que lucha una y otra vez por intentar recuperar lo que perdió. Esta es la sinopsis del corto, pero, realmente, cuando lo veas va a ser en lo que menos te vas a fijar. Tranquilo, nos ha pasado a todos y a todas.

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En Internet, mucho se ha hablado de la doble lectura que tiene este corto, ya que, su verdadero sentido es ser autocrítico con lo que predomina estos días en el anime: la sangre y las tetas. Se han llenado foros enteros tratando de hacer valer la teoría de que realmente estamos viendo cómo se explota al máximo el concepto de fan service (escenas eróticas gratuitas para estimular al espectador), para demostrar lo absurdo que es hacer eso en un anime normal. Además, estos teóricos improvisados de respaldan en que ME!ME!ME! muestra a un protagonista estúpido, que trata de demostrar que un chico encerrado en su cuarto jamás va a conseguir solucionar sus problemas y, en este caso, recuperar lo que perdió por su propia culpa. En definitiva, miles de internautas suscriben esta teoría, que, simplemente, ejerce una dura crítica al mundo de la animación japonesa y cómo este explota los estereotipos femeninos para atrapar a una audiencia débil, que no es capaz de enfrentarse al mundo real y que prefiere refugiarse en su mundo de colores brillantes y personajes con los ojos desmesuradamente grandes.

Pero esto es solo una interpretación, la teoría que más puebla los foros es la de que decidieron explotar el fan service a tope, porque sí, porque se puede. Se buscó la provocación del espectador, en todas sus acepciones. Se quiso ser explícito porque es lo que quisieron hacer los creadores: dibujar a mujeres que disparasen con sus pechos como su fueran metralletas. Querían un vídeo impactante sensorialmente, y lo han conseguido. Tal y como han dicho los dibujantes: han catapultado el concepto de “balanceo de pechos” a su máximo exponente.

En definitiva, más allá de lo que nos haya podido sonrojar esta producción, hay que reconocerle un mérito. No solo fue un seísmo en Internet en su día (y a día de hoy nos llegan aún las réplicas), sino que, por su gran calidad artística y narrativa, se ha constituido como una de las piezas esenciales del anime moderno y, en cierto modo, es una obra de culto. Desde aquí os recomiendo a todos que lo veáis, siempre y cuando no seáis muy impresionables, tengáis problemas de epilepsia o del corazón y vuestra peor pesadilla no tenga nada que ver con mujeres desnudas asesinas.

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